mi propio verdugo

mañana es lo que esperamos

no existe tal cosa como un verdugo, ajeno a nuestra piel
es quien nos juzga y ejecuta, nuestro propio ser.
con todo y todos. más

ilusión? temporaria? es la realidad que hoy nos toca. aceptarla es el posible ajuste propio: establecer lo esporádico

ya lo que quedó es lo que sobra en tropiezos
vivo la historia de nuevo y aprendo otra vez que el encanto de la vida es más grato que la mentira que todos piensan es tal

no fijarse en lo que el otro recibe y dar de uno, lo mejor siempre
"entregar" parte de uno y no esperar nada a cambio. ser simplemente auténtico y verdadero
con lo que trajimos y recibimos para transmitirlo