calma en el lago

simbiosis constante de un amanecer citadino
goce auténtico de partículas, gases y vapores
olvidos temporales, causales de varias conversiones

boreales quiso poder, pero no pudo querer
el auténtico y nunca humillado, trajo a su ser
la posibilidad de compatibilizar un ente con dos

empate declarado al predicador de tu verso
olvidate ya de lo que viviste, empezá a vivir ahora
trae con vos, un poco de tu alba, que va a poder
tranquilizar un poco de mi alma, en inquietud

traje conmigo un poco de mi ser, para tu alba
el brillo también pudo incorporarme a esto
que quiso entregarse a la naturalidad pura en aquel

relativo

somos un suspiro mínimo tal
que no representamos significación alguna
para la existencia en sí misma

somos el absoluto
y completo desarrollo superior
de la comparación
en la vida en la tierra.

¿qué es la vida sino una casualidad inevitable de interconexión de variables y elementos?

todo comienza con un final anterior
y este final, es el comienzo posterior
de la existencia en sí
de la posibilidad de existencia de vida

existencia no es vida
vida es existencia
soy lo que soy por accidente
mi accidente, si bien es casual, no tiene por qué pasarse por alto

¿quién va a ser el que me juzgue al terminar todo?

yo mismo, en el instante en que abandono la materia, realizo el balance global de mi paso por aquí. y me condeno

No es la última vez

Encuentro a mi "yo perdido" en un paraíso dominado por comodidades inocuas y poco factibles, y me termino dando cuenta que eso fue generado por la misma proximidad y alejamiento de y hacia el escueto trabajo de imaginar posibilidades y mejoras utópicas.

Me rescato. y no es la última vez que lo hago.

Como explicación razonable podría evaluar un sinfín de coherencias posiblemente factibles, pero ninguna se va a acercar al paso en celeridad que quisiera y al cual estoy aproximándome tangenciándolo de tal manera que pueda formar parte de mi yo futuro, sin mayores esfuerzos que la autoexplicación de mí mismo en discordancia con el némesis creado para no dejarme estar.

oposición

soy en realidad lo opuesto a mí
desde el otro extremo del plano
en el que se me plantea
la sucesión de hechos

pude sentir que me insultabas
cuando ofrecí todo de mí
esperando nada más que
tu propia satisfacción

con el corazón en una mano
tuviste la oportunidad de ver
el imposible hecho real, soy
en una palabra: absoluto

disimula

sentado en un rincón ya no quiero esperar más
cruzo los dedos, me levanto y grito a quien se acerca
escucho su respuesta en medio de un intento de volver
a sentarme en ese rincón que me albergaba, su lugar

yo pensaba todo el tiempo en la razón que me había llevado a estar donde estaba. pero nunca levanté la mirada para encontrarla.

sentado en ese rincón encontré que no iba a quedarme
sin tampoco levantarme, extiendo la mano
alguien la acaricia, me pongo feliz. después empieza a lastimar
no era esa la mano que quiso comprender. era quien había venido a simular.

mejor

vuelvo a pisar la huella equivocada
que deje olvidada por un tiempo
guardando una posibilidad remota
de volver a ilusionarte con este paso

soy en realidad lo opuesto a mí mismo desde el otro extremo en el que se me plantea la sucesión de hechos

EL SUEÑO

Es sábado por la noche. Se acerca la hora de cenar, y él está volviendo a su casa para hacerlo. Pero en el camino, tras una seguidilla de hechos surrealistas, se encuentra con ella y decide transgredirse a sí mismo inventando una especie de saludo agraciado.

EL [dándole un beso en la mejilla, justo debajo de las pecas]. Hola.
ELLA [como si supiera a quien saludaba, le devuelve el beso de forma desinteresada]. Hola.
EL. Vos no me conocés en realidad, pero te quería saludar. Sos lo más hermoso que vi en mi vida. [empezándose a ir]
ELLA [sonrojándose tímidamente]. No, esperá, no te vayas.

Tras un silencio breve de 10 segundos, cómplice de ellos, la atracción magnética predomina y sus rostros se ven enfrentados hasta el roce sutil.

ELLA. Qué chamuyero que sos!
EL. No, no soy de hacer esto. Tenía que saludarte, sentí el deseo profundo de hacerlo, por lo menos como para ver si eras de verdad o si eras el sueño que nunca imaginé posible tener.
ELLA. Si, ya sé.