No nos olvidemos que gracias al movimiento de sus alas, se desatan tormentas, caos y destrucción.
Algo pequeño que es hermoso, se convierte en la desgracia de muchos... No es justo.
Ambiguo, paradójico y elemental: no podemos dejarlo pasar por alto. Si sólo pudiéramos tomarnos el tiempo para reflexionar sobre los hechos esenciales y críticos, nuestro paso por el mundo material se convertirá entonces en el fundamento del existir. Y lo que viene después... Y lo que viene después...
Desde el cielo, dos estrellas miran a la mariposa encandilados por su encanto. No se dan cuenta, ni tampoco logran imaginar la virtud que nos trae a nosotros, los mortales.
El árbol nos da frutos. Las plantas nos alimentan. Superado esto, la crítica es inevitable: ignorancia sobre el pasto.
No se trata del después, sino del hoy que nos explica el modo y la razón. La verdad está presente en todo y en todos. Ya lo dijo mucha gente, no seamos necios.
martes, 20 de septiembre de 2011
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