domingo, 2 de marzo de 2008

queen isabelle y los cuatro lions


con palabras mezcladas, expresiones raras y sentimientos volcados en teclas, voy a intentar describir lo que me pasó esta última semana de vida que tuve, tan hermosa y entretenida.

por lo general se empieza por el comienzo, y es ahí en donde voy a arrancar:

era jueves, y con jorge veníamos de portezuelo haciendo dedo. nos dejaron en la cocha en tucumán, y desde ahí íbamos a ir hasta acheral para hacer otro dedo más y llegar a tafí del valle. un plan bastante simple, factible e interesante. pero no todo ocurre como lo planeado.

después de mucho tiempo de esperar, y como nadie nos levantaba, tomamos el aconquija, que nos dejaba bien, pero también iba a san miguel de tucumán. bueno -dijimos-, vamos hasta acheral y de ahí seguro nos levantan. plan simple. pero no. llegando al cruce de rutas de ese pueblo, se largó un DILUVIO increíble. definitivamente no íbamos a hacer dedo bajo la lluvia, ya veníamos mojados desde portezuelo cuando esperamos a la chata que nos levantó. entonces, y ya ofuscados, decidimos llegar a san miguel de tucuman para pegarnos una linda duchita calientita, dormir en una cama seca y al otro día decidir si ir para tafí o bajar para córdoba. y ahí empezó la magia.

llegamos mojados hasta la manibela, porque los taxis no querían llevarnos, y tuvimos que caminar unas 10 cuadras bajo la lluvia torrencial, caminando con 20cm de agua en algunos lugares, con mal humor controlado porque sabíamos que íbamos a estar secos.

pero llegamos bien al hostel. nos abrió maxi (próximo compañero de viajes), que estaba en la puerta con isabelle viendo cómo hacían para ir a tafí, si alquilaban un auto, o qué. y charlamos un ratito, así nomás.

bueno, luego de la ducha calientitaaaa para estar pila pila, fuimos a morfar unos lomitos muuuuy ricos, y ahí estaban cono, maxi, dani e isa. comimos con ellos, charlamos, boludeamos un rato hasta que llegaron los pibes con su magia y le pusieron color a la noche.

pero todavía no habíamos decidido con jorge qué hacer, y lo dejamos para el otro día. al mediodía, después de averiguar por internet qué onda, decidimos ir para tafí a pesar de las tormentas que iban a golpear a tucuman. obviamente, fuimos solos y acampamos en el municipal. boludeamos todo el día, pero era como que "faltaba algo"... y no fue hasta las 22hs, después de haberle comprado un salamín y un queso al fiambrero traba, que encontramos a cono dándole instrucciones a maxi sobre cómo armar la carpa, mientras que isa ya había terminado y se reía. ese momento fue uno de los más gratificantes.

a partir de entonces, los días se pasaron rápido, pero muy lento, el tiempo se hizo relativo, y el espacio pasó a segundo plano. sólo importaba la companía. el "estar juntos". eramos una comunidad, nos levantábamos juntos, viajábamos juntos, nos íbamos a dormir al mismo tiempo, nos reíamos juntos, nos quejábamos juntos.

es increíble que al haber diferencias, éstas se vuelvan insignificantes. a jorge lo dejo a un costado porque está de más explicar lo que nos une.

con maxi nos reímos mucho, nos complementamos, siempre con buena onda, por más que teníamos diferencias nos toleramos y aprendimos a convivir. siempre sacando fotos. el boludo máximo bautizado por cono. un tipo que vale la pena tener como companía.

con isa charlamos de filosofía, nos reímos mucho, aportaba el comentario justo en el momento preciso, siempre con la mejor, soportándonos a los 4 hombres con nuestras charlas típicas de hombres, con paciencia y con mucho de ese "nosequé"

con cono hablamos del karma, de la causa y la consecuencia, que todo se simplifica a la física: acción y reacción. TODO. y se aplicaba a cada instante, en todo momento, constantemente. era cuestión de ponerle buena onda y dale para adelante sin importar nada. y las pelotudeces que hacía todo el tiempo, le daban un picantito a todo momento. la paja para hacer todo. el hecho de que tenía que estar a principios de febrero en cochabamba, bolivia y nunca iba.

estas personas así aisladas, definidas con palabras simples, representan un 1% de lo que en realidad quiero decir. y todos juntos éramos más que 5: éramos un contingente de personas. los viajeros se nos sumaban, porque teníamos demasiada energía positiva.

una noche fuimos 10
la siguiente 15
la siguiente llegamos a más de 30

pero ahí se terminó la multitud. era martes, cafayate, y nos habíamos dispersado. eran las 3 am y estábamos por ir a dormir sin saber bien qué hacer al otro día.

ahí fue cuando nos dimos cuenta de que lo que estaba pasando era algo que no queríamos que se fuera. y nada más faltaban 3 días para que nos despidiéramos. cada uno quería hacer una cosa, pero cambiamos los planes para estar todos juntos, ahí en cafayate, una ciudad tan mágica que no podría definirse ni en un millón de años. y ahí fue que pasamos nuestros últimos momentos juntos, de acá para allá, medio tristes, medio raros, y felices por estar juntos... y nos quedamos solos, apartados de otros grupos, intentando exprimir cada instante para que se haga memorable para siempre.

es simple: gracias por esta increíble espiritualidad mágica que hicimos los 5 en este tiempo

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