martes, 29 de julio de 2008

uno más...

Me tomo el atrevimiento de identificar a mi persona a través de un grupo social denominado de cierta forma, para que sea fácilmente diferenciado de "los demás" grupos. Entonces, paso a ser único. ¿Por qué? Porque soy original, estoy a la moda, me re-invento constantemente, creo tendencias, la gente me adora, me idolatra, quiere ser mi amiga porque tengo las zapatillas del ajedrez, y también, porque estoy tan bien peinado con el flequillo, que todas quieren dejarme efes, gor, reversas y cross-overs de 31KHz sublow.

Soy el mejor, un capo, un groso. El resto, aquel que no pertenece a mi grupo, es un pobre infeliz que no sabe lo que hace. Por eso, voy a enojarme con ellos, y voy a demostrarles mi ira a través de la falta de respeto. Porque se lo merecen, no entienden NADA de la vida, y yo soy el único, inigualable, con personalidad, que les puede demostrar que están equivocados.

Pero si soy parte de un grupo, y lo uso para definir mi personalidad, entonces, ¿será cierto lo que pienso de mí?

En otro orden de las cosas, y sin plantearme esa pregunta tan profunda para mi original personalidad, ¿será que con mi ego inflado puedo definirme mejor que si aceptara que simplemente, por conformismo, integro a una masa que tarde o temprano, va a ser recordada como un "movimiento mínimo" de personas?

Esto de usar a otros para explicarme como persona, me facilita las cosas. Menos mal que elegí ser uno más. Así la vida es más fácil, no tengo que pensar en qué soy realmente, ni tampoco qué tengo que ser, o lo que quiero en verdad.

NOTA: de no existir el concepto de ironía, este texto no podría ser expuesto

No hay comentarios:

Publicar un comentario